Quizás un no belga todavía no pueda imaginar un ICE, un dulce (“praliné” en belga) que se derrite en la lengua y que, tras la aspereza inicial, libera un chorro de chocolate en la garganta. Está lleno de luz, dispuesto a explotar en todas direcciones o a quedar encerrado en sus deseos por corsés dorados o plateados. ICE es como un asteroide de luz que viene de la nada, que viene de otro lugar.
Lámpara de Suspensión
LED
2700K
10W
IP20
1.5 Kg
ø: 30 cm
Metal
Oro
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